Los procedimientos quirúrgicos de la tiroides se indican para pacientes con una variedad de afecciones tiroideas, incluyendo nódulos tiroideos cancerosos y benignos (no cancerosos), glándulas tiroides grandes (bocios) y glándulas hiperactivas. Existen varios tipos de operaciones de tiroides que un cirujano puede realizar.
Desde SonoMedical, indicamos la cirugía como una opción, cuando el resto de tratamientos no puede aplicarse ya que los riesgos son superiores a los de HIFU o RadioFrecuencia.
Las cirugías más habituales son:
En esta intervención, se quita una pequeña parte de la glándula tiroides.
Una lobectomía es una operación en la que se extirpa el lóbulo que contiene cáncer, por lo general con el istmo (la parte pequeña de la glándula que actúa como un puente entre el lóbulo izquierdo y el derecho). Esta cirugía algunas veces se usa para tratar los cánceres de tiroides diferenciados (papilar o folicular) que son pequeños y que no muestran ningún signo de propagación fuera de la glándula tiroidea. A veces también se usa para diagnosticar el cáncer de tiroides si el resultado de una biopsia FNA no provee un diagnóstico claro. Una ventaja de esta cirugía consiste en que es posible que algunos pacientes no tengan que tomar pastillas de hormona tiroidea después de la operación, ya que se deja parte de la glándula. Sin embargo, dejar parte de la tiroides puede interferir con algunas pruebas para determinar si hay cáncer recurrente después del tratamiento, como por ejemplo gammagrafías con yodo radiactivo y análisis de sangre de tiroglobulina.
En esta cirugía se extirpa la glándula tiroidea. Esta cirugía es la más común para el cáncer de tiroides. Al igual que en la lobectomía, este procedimiento generalmente se realiza a través de una incisión de unas pocas pulgadas de diámetro en la parte frontal del cuello. Usted tendrá una pequeña cicatriz en la parte frontal del cuello después de la cirugía, pero esta cicatriz se vuelve menos notable con el paso del tiempo.
Si se extirpa toda la glándula tiroides, a la cirugía se le llama tiroidectomía total. Es posible que algunas veces el cirujano no pueda extirpar la tiroides por completo. En caso de que se extirpe casi toda la tiroides, a la cirugía se le llama tiroidectomía casi total o subtotal.
Después de una tiroidectomía total o casi total, usted necesitará tomar pastillas de hormona tiroidea (levotiroxina) diariamente. Sin embargo, una ventaja de esta cirugía sobre la lobectomía consiste en que después de esta operación su médico podrá vigilar si la enfermedad recurre (regresa) con gammagrafías con yodo radiactivo y análisis de sangre de tiroglobulina.
Si el cáncer se propagó a los ganglios linfáticos adyacentes al cuello, éstos se extirpan al mismo tiempo que se realiza la cirugía en la tiroides. Esto es especialmente importante para el tratamiento contra el cáncer de tiroides medular y el cáncer anaplásico (cuando la cirugía es una opción).
Para el cáncer papilar o folicular, en el que se cree que sólo uno o dos ganglios linfáticos agrandados contienen cáncer, estos ganglios pueden extirparse y cualquier depósito pequeño de células cancerosas que pudiera quedar se trata con yodo radioactivo. Con mayor frecuencia, se extirpan varios ganglios linfáticos cercanos a la glándula tiroides mediante una operación llamada disección del compartimiento central del cuello. La extirpación de más ganglios linfáticos, incluidos aquellos en el lado del cuello, se llama disección radical modificada del cuello.
Existen indicaciones específicas para cada una de estas operaciones. Nuestros médicos te indicarán cual es la más adecuada para tu caso.
La extirpación de la glandula tiroides en ocasiones es inevitable, fundamentalmente cuando se diagnostica un cancer de tiroides, o cuando la lesión nodular por su tamaño o ubicación en la glandula tiroides es inabordable por las técnicas no invasivas. Para más información
En los casos que no es posible evitar la cirugía de tiroides, el procedimiento consiste en extirpar una parte o bien la totalidad de la glandula tiroides, para lo cual debe realizarse una incisión horizontal de entre 5-7cm en la base del cuello. Dependiendo del tamaño de la lesión nodular y la anatomía del paciente, la incisión puede ser más larga.
Uno de los efectos colaterales inevitables, es la cicatriz, que con el tiempo podrá ser más o menos visible dependiendo de la técnica empleada por el cirujano
Tras una operación de tiroides, uno de los síntomas más habituales irreversibles es un hipotiroidismo secundario a la intervención, que precisará de un tratamiento sustitutivo hormonal a lo largo de su vida y una posible afectación en los niveles de calcio. Además existen riesgos potenciales de disfonía por daño del nervio laringeo recurrente. Ante implicaciones tan serias siempre es obligado un enfoque más conservador y valorar otras alternativas de tratamiento menos invasivas siempre que sea posible.
La extirpación de la glandula tiroides, parcial o total conlleva algunos riesgos potenciales, como son la infección, hemorragias,hematomas, seroma postquirúrgico, afectación de la voz, lesión del nervio laringeo superior, y afectación de los niveles de calcio.
Las alternativas a la cirugía, van desde la 100% no invasiva: el HIFU o Ultasonidos de Alta Intensidad Focalizados, a las mínimanente invasivas, la Radiofrecuencia. El resultado terapéutico se obtiene por termoablación de los tejidos, pero se diferencian entre ellas por la técnica empleada, donde el HIFU es la más fiable, segura y eficaz para tratar nódulos benignos entre 10-50mm. Para más información
En Madrid podemos tratarte mediante esta técnica en:
En este centro disponemos de todos los medios adecuados para garantizar un tratamiento 100% efectivo y seguro.
En Barcelona podemos tratarte mediante esta técnica en:
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tratamientos de nódulos tiroideos